Hace unas semanas vino a Japón mi amigo Luis, ya sabes, el de la tienda Bits Era, cómplice de los dos primeros sorteos que han pasado por este blog. Un primero en el que sorteábamos dos Ni no Kuni para Nintendo DS y un segundo, mucho más ambicioso, donde se regalaban cinco consolas clásicas.

El caso es, que con Luis aquí, viajando con su flamante Japan Rail Pass – quien fuera turista otra vez para hacerse con uno de ellos– decidimos vernos en Nagoya,  explorar un poco el centro otaku de la ciudad en busca de videojuegos retro y ya de paso, grabar un vídeo contando esta divertida excursión.

Así que, ni corto ni perezoso, compré los billetes para el Shinkansen – tren bala- y me planté en Nagoya en una escasa hora y media. Me ahorré algo de dinero comprándolos en una de esas tiendas descuento que ya te presenté hace un tiempo.

Tomé por primera vez el Nozomi, ya que es uno de los trenes que no vienen incluidos en el Japan Rail Pass, y llegué a la estación de Nagoya donde me encontré con Luis y su novia Carolina que llegaron unos minutos después que yo. Juntos, tomamos el metro en dirección a Osu Kannon.

La estación, y toda esta área, reciben el nombre del templo budista que recibe a miles de turistas muy cerca de ella.

Curiosamente, a unos pocos metros del templo arranca una de las principales zonas comerciales de la ciudad, reconocida por ser una especie de Akihabara o Den Den Town dentro de Nagoya.

Empezamos el recorrido retro-friki con una pequeña tienda especializada en videojuegos. De las cuatro tiendas que visitamos, quizás esta sea la menos conocida por estar un poco alejada de las otras tres.

Como comenta Luis en el vídeo, algo había cambiado con respecto a hace unos cuantos meses. Los precios estaban más altos, en general. Pese a todo encontramos más de una cosa que nos alegró un poco la mañana y pasamos un buen rato mirando entre sus estanterías.

De ahí salimos hacia la calle principal donde se encuentra el Super Potato que abrieron hace tan solo un año. Ninguno de los dos habíamos estado todavía porque, normalmente, los precios de Super Potato son más altos que los de una tienda media y pensábamos que no merecía la pena. La verdad es que nos llevamos una grata sorpresa. Una colección imponente de videojuegos, y precios bastante decentes. Se nota que Nagoya no tiene el tirón de otras ciudades niponas.

Pegado a Super Potato, otra pequeña tienda que, aunque tras un primer vistazo no despertaba demasiadas expectativas, resultó ser una pequeña mina de oro. Juegos colocados como piezas del Tetris, títulos europeos, y más de un chollo que podéis ver en el vídeo que sigue a estas líneas.

Por último, nos quedaba por ver el Mandarake de la ciudad, conocido por los coleccionistas por sus más que decentes precios y calidad de su inventario, y bueno, la verdad es que no fue mal del todo. Compré el que es hasta la fecha, mi juego de Super Famicom por el que más dinero he pagado…

¿Quieres saber cuál es?  ¡Tendrás que ver el vídeo!

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¡Espero que te guste!