¿Por qué me gusta vivir en Japón?

niños kioto baja

El pasado mes de noviembre se cumplieron tres años desde nuestro asentamiento en Japón, del día que llegamos para quedarnos. En esas primeras semanas ya conté por aquí como era eso de la burocracia japonesa o las dificultades que suponía alquilar un piso en este país.

Ha llovido bastante desde entonces, mucho, y no lo digo únicamente como recurso narrativo.

Cuando vives en un país que no es el tuyo, cada día aprendes algo. A veces cosas que son constructivas, a veces cosas que no sirven para absolutamente nada más que para interiorizar ciertos aspectos de la sociedad con la que compartes espacio.

Hoy, casi despidiendo al año 2015, comparto una reflexión contigo y pongo sobre la mesa una serie de motivos por los que pienso que los aspectos positivos de la vida en Japón tienen más peso en la balanza de las conclusiones.

Esto no es nuevo, en el especial 3000 suscriptores hablé de las cosas que me gustaban y de las cosas que no me gustaban de este país. Hoy quiero centrarme, con la facilidad y precisión que me da la palabra escrita, en cómo es la vida aquí, y porque sigo pensando que es un buen lugar para vivir, pese algunos inconvenientes que me reservo para un futuro post.

Quizás, el aspecto que más valoro de esta sociedad es la tranquilidad. Vivo sin más problemas que los que pueden surgir en el terreno laboral, emocional o sanitario. Es decir, trabajo, amor y salud.

Kobe blog

Siendo residente en otro país uno se ha de preocupar por muchas otras cosas. Pongo unos cuantos ejemplos.

En España era pan de cada día ponerte al volante y rezar por volver a casa de una pieza. Conductores agresivos, borrachos o simplemente gente irresponsable circula con total impunidad por las carreteras españolas. No había día que un loco te adelantara de forma ilegal, con el riesgo que eso supone, o sábado noche en el que te cruzaras con un grupo de jóvenes alcoholizados haciendo eses con el coche. En Japón, también hay gente imprudente, pero por lo general, es mucho más responsable al volante. Ojo, que tienen el vicio de hablar por teléfono, fumar o incluso mirar la televisión – sí, la televisión- mientras conducen, pero como lo hacen de forma más prudente, la sensación de peligro es menor que en otros países donde se conduce de forma más impredecible.

Otro ejemplo. Estas en tu casa y el vecino le ha dado por ver la última película de los Transformers comprobando lo bien que suena en su equipo Home Cinema, haciendo una demostración de poderío, jodiendo (con perdón) a todo ser humano que intenta sobrevivir a ese infierno de efectos sonoros. Esto en Japón es impensable.

Para bien o para mal, la gente vive su vida y es indiferente a lo que pasa alrededor, habrá quien vea esto como algo frío, yo lo veo como una bendición en muchos aspectos.

Enlazando con la tranquilidad voy al segundo aspecto, la seguridad.

Ahora mismo, me encuentro redactando estas palabras en un centro comercial en Osaka, y dentro de él en la llamada Food Court área designada para restaurantes y cafeterías. Una especie de plaza dentro del edificio rodeado de diferentes restaurantes, normalmente de comida rápida, y en cuyo centro se disponen las mesas.

Es sábado y esto está a reventar. Tengo dos horas libres y quería asegurarme de que tenía una mesa disponible por lo que cuando he encontrado una, he colocado mis cosas. Mi mochila, y por encima de ella mi chaqueta, y he ido al restaurante, a unos 6 o 7 metros de esta posición para pedir mi menú de mediodía. Dentro de la mochila, el macbook pro con el que redacto el post, mi tablet y/o mi teléfono móvil. Soy español y aunque me he acostumbrado a dejar la bolsa cuando voy al baño u o a pagar algo, sigo teniendo la mosca detrás de la oreja y no le quito ojo a mis pertenencias, pero el caso es que nunca suele pasar nada, y todo el mundo hace lo mismo.

yo y ciervo blog

¿Amigo o enemigo?

Tres cuartos de lo mismo cuando te encuentras regresando a casa de madrugada, en zonas de poca luz. La sensación de peligro es totalmente inexistente. Los números aplicados a la delincuencia en Japón hablan por sí mismos. Por supuesto hay excepciones, o sino que se lo digan a mujeres acosadas o directamente violadas, niños secuestrados u a otras víctimas, pero en lo personal, afortunadamente, no me afecta lo más mínimo. Toco madera.

Por supuesto, la estabilidad profesional también es un factor a tener muy en cuenta.

En España, prácticamente desde 2009 hasta que me instalé aquí, trabajaba de forma muy inestable, rascando de aquí y de allá, sobreviviendo sin demasiados apuros pero siempre con el apoyo familiar.

También existe el despido en Japón, pero normalmente si estás contratado en una empresa y esta no pasa por dificultades económicas, tu puesto de trabajo no suele peligrar. Puede haber roces- aunque se evitan- pero la sensación es siempre de durabilidad. En este país quien quiere trabajar trabaja – siempre en el supuesto de tener un visado de trabajo y hablar el idioma pertinente- te puede gustar más o menos tu trabajo pero no te va a faltar.

Seguramente mi condición de extranjero, condicione- valga la redundancia- el trato hacia mí y la forma de trabajar, pero al menos en la empresa donde llevo ya casi tres años no siento ninguna presión ni demasiadas situaciones desagradables que sí vivía en España con mucha frecuencia. Puede ser que sea un espejismo y que haya gente que me asesine con la mirada pero como no lo exteriorizan yo no me entero y vivo más feliz. Como dije antes, ya hablaré más adelante de las cosas que odio.

También comenté en aquel vídeo doble la calidad del sector servicio del país del sol naciente.

El cliente, sorprendentemente, es tratado con mucho respeto y cortesía. Los japoneses que trabajan de cara al público son conscientes de ello y trabajan siempre dándolo todo. Además, se trabaja de lunes a domingo – con turnos, claro está – y los supermercados cierran bastante tarde, por no hablar de los que están abiertos 24 horas, ajustándose a cualquier estilo de vida que hayas elegido.

Transporte, oficinas de correos, bancos, trabajan mucho más que en otros países y, de verdad, que te hacen la vida más fácil.

Me gusta especialmente como funciona el servicio postal, si pasan por tu casa y no hay nadie dejan una nota – como ocurre en España- pero tienes la posibilidad de llamar por teléfono y vuelven a pasar a la hora que te venga bien. También tienen servicio gratuito de recogida de paquetes, cosa que viene muy bien cuando los estos son de un tamaño considerable.

Ofreciéndome un butaman en 551

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Por último, no me quiero olvidar de los videojuegos. Es una verdadera delicia que en el año, casi, 2016, exista tanta facilidad para adquirir videojuegos a precios todavía asumibles. Como ya he comentado alguna vez, utilizo los dichosos descansos entre clases para recorrer junto a mi querida bicicleta plegable tiendas que he ido descubriendo en estos tres años. Cuando vivir en Japón era solamente un sueño, una de mis motivaciones era poder juntar una serie de máquinas y juegos que me hacía ilusión tener. A día de hoy, he superado con creces esas aspiraciones y he logrado dar forma a una pequeña colección que sigue creciendo poco a poco y de la que estoy muy orgulloso.

Hay más cosas, pequeñas cosas que hacen la vida más interesante o más divertida. Las promociones comerciales, los detalles que te sorprenden, el mundo otaku con tanta presencia en el día a día, sabores que desconocías y un largo etcétera. Me encantaría añadir el tema del turismo, pero por desgracia en estos momentos de mi vida lo tengo complicado para viajar.

Espero que te haya gustado esta humilde reflexión, volveré dentro de poco con más vídeos y más contenido. Regresará la serie 7 días en Japón, con el vídeo dedicado a Kioto -segunda parte- que sé que muchos la esperáis con muchas ganas. Tengo el reportaje bastante avanzado así que espero no demorarme demasiado. También seguirán los vídeos relacionados con videojuegos, alguno de ellos muy especial.

Últimamente le estoy dándole vueltas a una idea, quizás en un corto-medio plazo rescato algunos posts que me gustó como quedaron y les doy un formato audiovisual, a ver que tal se me da…

Sed buenos, ¡nos leemos en siguientes posts!

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  1. hagen78

    Hola! he leído tu post como todos los demás, la verdad siempre espero vídeos tuyos y tus post la verdad que que no llevo mucho suscrito pero me lo he leído todo de un tirón como los vídeos, me identifico mucho contigo ya que me encanta muchísimo lo mismo que a ti sobre todo la pequeña gameboy y japon. Gracias a ti e descubierto cosas nuevas sobre los videojuegos y sobre japon, cosas buenas y malas pero dejan de ser interesantes, te animo a que sigas así y espero algún día poder hacerte una visita por esas tierras, te deseo una feliz navidad en compañía de los tuyos. saludos desde tenerife.

  2. Fer

    Un saludo. Ante todo gracias por el artículo, por la honradez que demuestra.Sí, eso de la tranquilidad, de la seguridad…es algo que además te da mucho tiempo libre,poder dejar la bicicleta, poder llevar la mochila abierta, te libera de preocupaciones.Ya no sólo lo peligroso y difícil que es la conducción en carretera en España, gente irresponsable , drogados y demás fauna… también por las aceras es difícil circular, jajaja. En Japón todo el mundo por las aceras o anexos asfaltados junto a las carreteras va cediendo el paso, lo cual hace que se pueda caminar fluidamente. Aquí eso es imposible, al contrario, las personas circulan en grupos que van en paralelo, te dejan las cosas en medio, y es muy difícil pasar,(no te digo cuando se encuentran dos parejas con carritos de niños, jajaja), además de ir fumando, con lo cual muchas veces has de practicar apnea si no te gusta el aroma de tabaco.Te torturan con infinitas llamadas de móvil, por la calle o en transporte público…ah, y las colas en los mercados….colas para todo….reducción de personal, máximo beneficio supongo…colas y colas para todo.Y más cosas, y más y más. Y eso duele, y hace que añore a mi adorada Osaka. Esa foto del comienzo, la elegante Kobe…Gracias

  3. Battosai

    Muy entretenido el post y me ha encantado la foto del principio, me estan dando ganas de plantarla de wallpaper.

    De todo el post me quedo con lo de españa y los conductores, no hay dia en que coja el coche y vuelva con algun buen susto en el cuerpo por algun cafre, y me refiero a estos que pifias sin querer las podemos cometer cualquiera. Decias lo de ver la tele al conducir, yo he visto, en un viaje a galicia, en la autovia a la altura de gijon a un tio leyendo un libro!!!!

  4. burakkuauto

    Pues sí, los japoneses son «muy suyos», y la aplastante mayoría de ellos pasa olímpicamente de extranjeros. Cosa que no parece que vaya a cambiar.
    Pero bueno, están en su derecho ya que es su país. Aquí en Oriente el lloriqueo típico progre no sirve de nada (ponerse a gritar «racist!!»).
    En conjunto, es un gran país, pese a sus pequeños defectos.

    • Creativo en Japón

      No estoy de acuerdo en poner límites, la tierra no es de nadie. Será su país pero en el momento que uno vive, trabaja y paga impuestos como el que más, debería ser considerado de la misma forma que cualquier otro ciudadano ¿pequeños defectos? Yo diría que es un gran país con maravillosas virtudes y grandísimos defectos, como (casi) todos los países del mundo. Saludos y gracias por comentar.

      • burakkuauto

        Ciertamente, si uno está en el país legalmente, no hay por qué tratarle mal, siempre y cuando sea alguien decente.
        Pero eso de que la Tierra no es de nadie, es una manera de pensar un tanto ilusa. Hay que poner límites y ser duros con la inmigración siempre. Si no, se puede acabar como Suecia o Francia, que cada vez parecen más califatos musulmanes, y la tasa de criminalidad está por las nubes por culpa de la inmigración piojosa.

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