Un esquilado apurado en Shimbashi
Llevaba casi dos meses en Tokio y no quería darme cuenta de que necesitaba un corte de pelo. Me decía a mí mismo que en en un país como éste, poco importaba ese flequillo tan exagerado. Pero la verdad es que aquello ya cantaba.
Tenía mis razones para no querer acercarme a una peluquería japonesa. Por una parte, el idioma que, aunque después de un par de meses allí podía defenderme bastante bien, era totalmente estéril en materia de estilismo, y por otra, la económica, mi cuenta bancaria iba disminuyendo exponencialmente y el trabajo no llegaba. Por si fuera poco, tenía entendido que en un «hair salon» japonés era prácticamente imposible gastarse menos del equivalente a unos 40 euros. Vamos dos o tres veces más de lo que pagamos los hombres en España.
No sé como surgió, pero un día, navegando entre foros de extranjeros en Japón, me encontré con una cadena de peluquerías que cortaban el pelo en tan sólo diez minutos, y a un precio muy económico: 1000 yenes, es decir, unos 10 euros.
En otras circunstancias, ni me lo hubiera planteado. Siempre he sido un poco maniático para estos temas y que un señor o señora que no habla mi idioma, ni nada que se le parezca, me cortase el pelo en diez minutos me sonaba a película de terror de la Hammer.
El caso es que me animé. Imagino que por la emoción de experimentar una nueva experiencia, y creo que, a la vuelta de Odaiba, tras un paseo Coachsurfero con un simpático canadiense, que había estado viviendo en Japón trabajando en una granja a cambio de comida y hospedaje, me detuve en la estación de Shimbashi.
Había leído que allí dentro, funcionaba una de esas peluquerías, QB House, y haciendo tripas corazón me metí en un pequeño local, todo cristalera, que daba a uno de los largos pasillos de la estación.
La peluquera estaba terminando con un «salary man» y sonriendo me señaló una pequeña máquina que se asemejaba a las de los locales de ramen, o si me apuras, a una máquina de tabaco. Metí mis 1000 yenes ey el cacharro imprimió mi recibo, si no recuerdo mal.
Me llegó el turno y, lógicamente, no tuve que esperar ni cinco minutos. Saqué mi iPhone y le enseñé una foto del corte de pelo que más o menos tenía pensado. Le dijé algo así en japonés primitivo como «kono sashin mitai onegai shimasu» (más o menos, algo parecido a esta fotografía). Ella respondió con un enérgico «hai», seguido de un duditativo «daijoubu desu ka» por mi parte (¿seguro?) y se puso manos a la obra.
El corte era relativamente sencillo, corto pero un pelín más largo por la zona del cuello y con el flequillo para arriba. Más o menos como lo llevaba en aquel momento pero en versión humana.
No sé si fueron 10 minutos, puede ser que le llevara un poco más. Terminó y me enseñó el corte en un pequeño espejo. Era muy diferente al que yo le había enseñado pero técnicamente correcto, desde luego. Le di las gracias y antes de irme me regaló una maquinilla de afeitar dentro de su caja y algo más que no recuerdo. Puede que fuera un peine o algo así.
Volví a casa bastante contento, tras el éxito relativo de mi misión suicida. Me duró la felicidad hasta que me di cuenta de que en la zona del cuello, el pelo asomaba muy arriba. Me quedé blanco, parecía un niño de ocho años en plena dictadura franquista. ¿Cómo no me había dado cuenta allí? En mi defensa, pensé que daba igual, si me hubiera dado cuenta en la peluquería hubiera sido tarde de todas formas.
Un par de días después me explicaron que estas peluqueras reciben cursos específicos para cortar el pelo a un cierto tipo de cliente, que suele ser bastante clásico. Tienen tan sólo 10 minutos y han de ser ultra eficientes.
Pese a que le enseñé la foto, su técnica venía programada de serie. No me separé de mi bufanda en el resto del tiempo que pasé en Tokio.
Eso sí, la maquinilla de afeitar, cojonuda, aún la conservo, y es la mejor que he tenido nunca…
PD: La maquinilla era marca Schick, del grupo Wilkinson
Yo lo paso fatal con las peluqueras de aquí (que se pasan de «creativas»), no quiero pensar con una de allí XD. Y más con mi pelo rizado, podrían volverse locos y raparme al cero… Hace tiempo leí el post de una chica mexicana que vive en Japón, donde comentaba que después del tremendo destrozo que le habían hecho en una peluquería, terminó por aprender a cortarse el pelo ella sola.
Por cierto, ¿todos, todos, todos los japoneses tienen el pelo negro? (su color natural, me refiero)
Me encantan estas entradas sobre este tipo de curiosidades de la vida diaria ;).
¡Saludos!
Me alegro de que te gusten 🙂 cuando vuelva a Japón en noviembre quiero darle más presencia a estas anécdotas en el blog.
Pues hay algunos japoneses con el pelo castaño, de hecho mi mujer lo tenía castaño cuando era más joven. Por supuesto los que vienen de padres mixtos es otro tema.
Saludos!
Seguro lo japos desesperan con puros rizos como lo son los míos, mejor no me acerco a no ser que antes me haga un alisado permanente :’D
jaja, seguro que sí
incluso teniendo el pelo liso, el grosor del cabello es muy diferente. Es por eso que los japoneses cuando van al extranjero no se suelen atrever a cortarse el pelo en una peluquería «no japonesa»
hola que tal una preguntilla , cuando en japon te cortan el pelo tambien te hacen las cejas x el mismo precio ,donde yo me corto el pelo si sale por lo mismo , xk alli los hombres tambien se hacen mucho las cejas y estas cosas no?
Hola, depende de los sitios. En las «barberías», es decir, peluquería más tradicional, dedicada al cliente varón, es normal que te lo hagan gratis- es decir, incluido en el precio del corte de pelo- pero si vas a un «salón de peluquería» o lugar más modernete seguramente te lo cobrarán por separado. El precio del progreso XD Sí, aquí a los hombres en general no les mola el vello corporal- tampoco es que tengan mucho- y como sabrás hay un montón de productos dedicados a la estética masculina…
no pensaba contestarte pero lei en una web que los coreanos y los japoneses se planchan las cejas tu sabes que es eso xk yo no lo habia oido nunca … jajajaja lo vi en imagenes y realmente los chicos que se lo hacen le quedan bastante bien lo que no se ,es si te hacen esto en las peluquerias al depilarte o que…. un saludo
Pues yo tampoco tengo noticias de esa frikada pero me lo creo XD saludos