Ya viste ayer como es el pequeño viaje que necesitas hacer desde Osaka o Kobe para llegar a Arima Onsen y hoy te enseño como luce la pequeña ciudad en estos días de otoño.

La verdad es que la ciudad tiene muchos menos atractivos que otros tantos pueblos japoneses, pero el hecho de llegar allí en teleférico y estar tan cerca de la naturaleza suma muchos puntos.

Nosotros salimos de la estación y tras dar una pequeña vuelta por las calles principales nos dirigimos al parque Zuihoji que, como podrás ver en el video conformaba un paisaje de ensueño.

No teníamos demasiado tiempo, unas dos horas para explorar el pueblo, ya que teníamos que salir del onsen como tarde a las cuatro para poder tomar los teleféricos y autobuses de vuelta a casa.

Mentiré si digo que hubo algo en Arima Onsen que me llamó especialmente la atención, más allá de los colores del otoño y los tradicionales balnearios que allí resisten el paso del tiempo. También te digo que igual pecamos de novatos y nos perdimos alguna cosa…

Entramos en nuestro onsen, era la segunda vez que disfrutaba de un baño en Japón, y tras dejar las zapatillas y desvestirme en el vestuario de los hombres, únicamente armado de una pequeña toalla blanca, entré en los baños.

He de decir que disfruté más de la experiencia de mi anterior Onsen, mucho más relajante. En aquella ocasión, era de noche y compartía espacio únicamente con dos o tres personas. Aquí, en Anima Onsen al ser tan popular (uno de los tres más antiguos de todo Japón) estaba a rebosar. Caminar desnudo hacia una «bañera» llena de hombres como dios los trajo al mundo, no es precisamente mi idea de relax, aún así, me senté allá dentro, a 42 grados, me coloqué la toallita en la cabeza como buen anciano y cerré los ojos.

Salí de allí muy relajado y Asami me explicó que es costumbre tomar leche después del baño, por ello es fácil ver máquinas expendedoras de leche (de diferentes sabores) en la recepción de los onsen y baños públicos.

Una pena que no pudiera tomar fotos o videos dentro del onsen, la próxima vez intentaré contratar un onsen privado y así evitaré estar rodeado de pajarillos y grabar con tranquilidad como es por dentro.

Sin más os dejo con el video, editado otra vez de forma rápida. Hay que ir avanzando que tengo muchas cosas que enseñaros (no tantas como a mis vecinos del onsen). Espero que os guste, el video, digo.

Arima onsen from Creativo en Japón on Vimeo.